El poder de congelamiento del N₂ y el CO₂

Beneficios del congelamiento criogénico

Cuando la temperatura de la carne y las aves desciende por debajo del punto de congelamiento, la proliferación de microorganismos disminuye rápidamente. Esto se debe no solo a la disminución de la temperatura del producto, sino también a la reducción en la actividad de agua libre, lo que priva a los microorganismos del agua que necesitan para metabolizar.

El congelamiento criogénico puede ayudar a minimizar los riesgos de contaminación, especialmente en el caso de productos como hamburguesas, carnes laminadas, carnes picadas o trituradas, carnes cortadas (como bifes) y diferentes cortes de aves. El uso de gas criogénico a temperaturas de operación muy bajas (normalmente entre -60 °C y -100 °C) proporciona una alta tasa de transferencia de calor en tiempos de congelación rápidos. Como resultado, el congelamiento criogénico eficientiza la producción junto con mejoras cuantificables de la calidad del producto al reducir particularmente las pérdidas debidas a la deshidratación.

El congelamiento criogénico también ayuda a mantener la calidad natural de la carne y las aves. Cuando un producto se congela, se forman cristales de hielo. Cuanto más pequeños y uniformemente distribuidos estén los cristales, mejor será la calidad y el sabor del producto congelado. La forma más efectiva de crear cristales pequeños y uniformes en todo el producto alimenticio, tanto dentro como fuera de las células, es congelarlo rápidamente a temperaturas criogénicas.

Hemos desarrollado una amplia gama de congeladores CRYOLINE que se adaptan a los requisitos específicos de sus productos y procesamientos, a sus objetivos de rendimiento y a su espacio disponible. Nuestros congeladores utilizan gases de dióxido de carbono o nitrógeno para bajar rápidamente la temperatura de la carne y las aves, ya sea para mejorar la productividad en los procesos posteriores o como medio de conservación natural mediante temperaturas refrigeradas.